Mi asilo me recogió cuando el huracán
se llevó los últimos vestigios de nuestro amor.
En la noche de nuestro pequeño lecho yo era un faro de luz
tú un haz de oscurdidad un huracán de lágrimas que mi luz no podia alumbrar.
Amigo mio, no puedo salir de mi asilo sólo para salir y sentir como ese huracán
lleno de dolor, lágrimas y sufimiento me arrastra otra vez a la profundidad de
eso que tu llamas dolor.
Walter Abanto
domingo, 12 de septiembre de 2010
viernes, 4 de diciembre de 2009
El Areópago de Atuey
Trotamundos esperan afiatando
su baile de lento caminar
con paciencia ligera la entrada señera
del utópico umbral
y con estoicos rugidos se integran
abatidos al grito triunfal
de las masas que lloraron frustradas
amando aquel ideal
Esboza mi canto la cruel sinfonía
del pensar lo que no fue
cundiendo la esperanza de tal ucronía
como acto de fe
y a pesar de los llantos que brotan
de aquellos que no ven
esos ciegos perpetuos que en matices
imposibles miran bien
el destino de esos llantos que guiados
apocopan su temer.
cual derrotero de guerra surcando
el más crudo poder
Por: El repiente del dragazo
su baile de lento caminar
con paciencia ligera la entrada señera
del utópico umbral
y con estoicos rugidos se integran
abatidos al grito triunfal
de las masas que lloraron frustradas
amando aquel ideal
Esboza mi canto la cruel sinfonía
del pensar lo que no fue
cundiendo la esperanza de tal ucronía
como acto de fe
y a pesar de los llantos que brotan
de aquellos que no ven
esos ciegos perpetuos que en matices
imposibles miran bien
el destino de esos llantos que guiados
apocopan su temer.
cual derrotero de guerra surcando
el más crudo poder
Por: El repiente del dragazo
martes, 17 de noviembre de 2009
Poema 3
Cuál es el límite de la mortalidad
Ver el color de tu bendición
Cuyo brillo en derredor
Protege un cuerpo más humano
Cuál es el límite de la moralidad
Oír el tono de tu timidez
Seduciendo en su eden
Aquél tímpano encarcelado
Cuál es el límite
Si esperas de tu conciencia
El temple de tus estímulos
Lo sinuoso de tu estoicismo
Cuál es el límite
Si esperas de tu inocencia
La sabiduría de tu fortuna
La paciencia de tu suerte
Es …es reírme inerte
El Repiente del Dragazo
Ver el color de tu bendición
Cuyo brillo en derredor
Protege un cuerpo más humano
Cuál es el límite de la moralidad
Oír el tono de tu timidez
Seduciendo en su eden
Aquél tímpano encarcelado
Cuál es el límite
Si esperas de tu conciencia
El temple de tus estímulos
Lo sinuoso de tu estoicismo
Cuál es el límite
Si esperas de tu inocencia
La sabiduría de tu fortuna
La paciencia de tu suerte
Es …es reírme inerte
El Repiente del Dragazo
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Alguna vez soñaste con que el mundo sea sólo y únicamente como tú quieras?
Por qué soñarlo?
Sólo así es posible?
Es el mundo o somos nosotros?
O es que los complementos perfectos están en las antípodas?
Es posible hablar de paz si es que no existiera una pizca muy leve y rala de lo que se entiende por guerra?
Es posible hablar de felicidad?
Es posible hablar de plenitud?
Es posible entender felicidad y plenitud sobre la base de la homogeneidad?
Es posible controlar la conciencia de ser diferentes?
Realmente mirarnos es decirnos?
Realmente decirnos es entendernos?
Realmente entendernos es estar juntos?
Realmente estar juntos importa?
Realmente importa lo importante?
Realmente lo importante es …?
Realmente es lo que soy?
Soy nada y todo…
Por El Repiente del Dragazo
lunes, 4 de agosto de 2008
Técnica
Ese vertiginoso
Ir y venir
Que sustentas en cada cláusula
Ya no sopesa nada
Como la incredulidad de la construcción
Tu muro de debilidad
Mi luciérnaga que se posa
De cuando en cuando
Rompe la balanza
Del oprobio
Y yo reiterante
Poso mi luciérnaga
En la pila de ladrillos, en desuso
Rebalso en espuma
De ir y venir
Coercitivamente
En tu habitual
Añoro de desprestigio
Orquídea arrugada
Anónimo
Ir y venir
Que sustentas en cada cláusula
Ya no sopesa nada
Como la incredulidad de la construcción
Tu muro de debilidad
Mi luciérnaga que se posa
De cuando en cuando
Rompe la balanza
Del oprobio
Y yo reiterante
Poso mi luciérnaga
En la pila de ladrillos, en desuso
Rebalso en espuma
De ir y venir
Coercitivamente
En tu habitual
Añoro de desprestigio
Orquídea arrugada
Anónimo
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